Juegos viejas gordas lesvianas de consoladores.
Dos jovencitas yacían en la cama y jugaban con un consolador, metiéndoselo por la ropa. Estos juegos aparentemente inocentes causaron tal ola de deseos que las chicas jugaron tanto que parecía que no existían tales posiciones viejas gordas lesvianas y posiciones desde las cuales no se lamerían ni usarían un miembro de goma. ¿Crees que fueron a la escuela mañana o no?